martes, 17 de abril de 2012

Estamos en Barcelós.

Aunque el final de etapa, debido a los constantes cambios en el itinerario me ha sido totalmente desconocido, las vueltas y revueltas constantes le han hecho un poco pesado. En está zona hay problemas con internet, vamos a buscar wifi.



SAN JOAO DE MADEIRA- BARCELINHOS.
KILOMETROS: 87,5 KM.
TIEMPO:6:24 H.

El día no tiene buen aspecto, en principio las nubes pasan a una velocidad de vértigo, mientras vemos por uno de los ventanales como el panadero nos deja nuestros pasteles recien hechos en el bar. Bueno, nuestros y de todos los que esperábamos para desayunar... así que pudimos elegir los que quisimos, casi con derecho de pernada, mientras las primeras gotas de lluvia empiezan a caer de forma tímida, terminamos de preparar las bicis y el agua ya es una realidad que de forma intermitente nos acompañará durante toda la jornada, sin ser de forma fuerte, sino una llovizna ligera que molesta por su impertinencia, no por otra cosa, pues además, esta jornada transcurre, durante casi todo el recorrido por asfalto, teniendo tramos incluso comunes con la carretera N-1 aunque se puede circular sin problemas por la acera sin que seamos increpados por ello, siempre dentro del respeto a los demás viandantes. Aunque al llegar a una zona de chalets nos encontramos que las flechas nos mandan por un barranco abajo, cuando paralelo a unos metros está esta urbanización... tambien hay una zona con un embalse y el senderillo está justo en el borde... pero a más de 20 metros de altura del agua... siendo una zona fea y bastante peligrosa. Lo curioso es que el track que llevamos no nos manda por allí, sino por la urbanización.
Decir que de esta etapa no recuerdo casi nada, ningúno de los terrenos por los que se pasa se me vienen a la memoria, como si hubieran cambiado todo el recorrido, incluso la llegada al puente de hierro ahora se hace a nivel superior por donde circulan los tranvías, cuando antes se hacía por el nivel inferior, junto con los coches, llegando hasta el puerto y subiendo desde allí hasta la Sé, la cual por cierto, nos es cerrada ante nuestras narices, con lo cual nos quedamos sin verla, al igual que un sinnúmero de españoles que allí se encontraban, pero nosotros lloviendo no podemos esperar más y sellamos en la oficina de turismo.
Bajamos de forma innecesaria por las tortuosas calles, para volver de nuevo a subirlas, pero como es centro histórico y zona pictórica, vamos bien de tiempo, ha dejado de llover y sube algo la temperatura, pues no voy a dejar que el compi se pierda esta zona tan bonita y así bajamos un poco el ritmo, nos relajamos de forma activa y disfrutamos de unas fotos.
Como la salida de Oporto puede ser bastante larga, pues la extensión desde que entramos en zona urbanizada es de varios kilómetros, decidimos entrar a comer un bocadillo caliente ya cuando la etapa se vuelve más llana y pasamos las cuestas de salida. Por 4 € un bocadillo de atún con lechuga tomate, mahonesa, pan calentito y un par de Sagres cuando empieza de nuevo a caer algo de agua, en principio solo de forma ligera, y debido a la suavidad del terreno, con escasas cuestas, pues poco a poco caen los kilómetros sin demasiados problemas, si bien el final de etapa se accidenta un poco más el terreno, hay alguna pista de tierra, no mucha, y las subidas y bajadas son constantes. Además se tiene la sensación de estar dando vueltas tontamente, aunque cuando se coloca el track en el ordenador se observa que se sigue una línea más o menos recta hasta destino, será cuestión de percepción, no sé... Al llegar a Barcelos cruzamos el puente y llegamos a la Iglesia Mayor, donde el cura nos sella la credencial e insiste en que hagamos otros 8 o 9 km más hacia adelante, a lo que le contestamos cortesmente que ya estaba bien por hoy, la ciudad es bastante grande y nos parece buen sitio para quedarnos y aunque vamos muy bien de ritmo diario, tampoco es cuestión de hacer más por el mero hecho de hacerlo, para por fín, decirnos que si volvemos hacia atrás y atravesamos el puente de nuevo, a la derecha está el Albergue, que lleva él... aunque el pueblo se llame Barcelinhos, no sé porqué tanta insistencia, éramos nueve en total, de 15 camas, y ya eran las seis de la tarde. El sabrá, total, hubieran sido 5 euros por barba menos y no hubiéramos comprado los gallos famosos.
Ahora es cuando se nota la diferencia del Camino antes de... y despues de... Oporto, donde antes no había nadie, ahora somos 9, y creo que seremos muchos más a partir de ahora. Gracias al calefactor conseguimos secar la ropa, el albergue es pequeño, cuenta con una zona de hall, las duchas son corridas donde el más cercano a los grifos elige la temperatura, aunque el termo es pequeño y hay que tener cuidado con estirar las duchas.
Preguntando nos mandan al centro del pueblo de Barcelos a una brasería donde comemos una especie de pincho o brocheta de diferentes carnes, con arroz y patatas fritas, que se nos quedó algo corto... y un puntito caro con respecto a lo que nos hemos acostumbrado, 17 euros con las cervezas.
Luego a la cama, avisando a mi compañero de que los de a pie suelen levantarse antes de amanecer, que lo deje todo bien recogido para evitar tropiezos y no nos despierten y con esa premisa nos dormimos casi al instante, aunque el concierto de trompeta ya no es a una sola voz.