sábado, 21 de abril de 2012

Última jornada.

Es verdad, ayer entre compra y compra, llamadas telefónicas, ajustes de agenda para el tema del alquiler del coche, las veces qué nos perdimos... y un rato descansando en el hotel, no hice la crónica de algo menos de 3 horas en bici. Quizá también el subconsciente te hace la zancadilla para que no rememores un episodio, porque puedes llevar todos los Caminos del mundo y tu etapa final será un calco de la primera, sentimientos encontrados, saber qué mañana verás a los tuyos, el cuerpo no quiere dar pedales... la zona, sobre todo la salida de Caldas es muy bonita pero en este tiempo lluvioso es muy nostálgica, los caminos están muy pesados... y no quieres llegar, hasta que te topas con la gran urbe, los coches te empujan, los peatones te miran mal, y para delante.
 Luego las fotos de rigor, hemos llegado a la una, así qué ducha en el Hostal Lasalle y todo de una tacada: comida, abrazo al santo, recoger la Compostela, compras, café, coche, más compras, descansar, café, cena.......... y se acabó, gracias a todos los qué habéis compartido con nosotros los buenos y malos momentos.
Un saludo.

CALDAS DE REY-SANTIAGO
DISTANCIA: 42,4 KM
TIEMPO: 3:16 H.

El concierto se materializó en cuanto se apagaron las luces. Un dato: hay una mujer junto a nuestras literas, pero la amiga está justo en la otra punta del albergue... en principio no le dimos importancia, hasta que caímos en la cuenta que si nosotros dos habíamos conseguido una litera era raro de que ellas dos no estuvieran juntas cuando ya estaban aquí antes que nosotros... y efectivamente, la mujé nos dió un concierto muy completo, tanto en amplitud polifónica como en intensidad. Ahora se entiende que la amiga pusiera tierra de por medio, aunque en aquel ala tambien cuecen habas, y cuando resuena el stereo se nota en el ambiente, así que fue muy difícil conciliar el sueño incluso con tapones.

Y como a la tercera va la vencida, esta vez sí, ¡¡¡por fín!!!, los de a pie nos sacan de la cama cuando apenas son las 6:30 horas, el primero se tropieza y da la luz, el segundo dice que no hace falta que la apague, pues está casi todo el mundo despierto, luego el jolgorio y comentarios sobre la capacidad pulmonar de la ínclita. En media hora está el albergue vacío y nos quedamos con una pareja israelí que empezaron el Camino en Oporto, y llevan coincidiendo en albergue 3 DIAS con esta mujer. Dicen que casi se han acostumbrado, pero aún así les cuesta conciliar el sueño. Yo desde luego hubiera puesto tierra de por medio al primer día, en cuanto hubiera tenido un poco de escapatoria, pero en fin, van despacio, tomándose las cosas con tranquilidad y salen a la par que nosotros, ellos en pro de su penúltima etapa, nosotros esperamos terminar para el mediodía.

Ya puedes llevar uno, dos, o 4 Caminos, que el último día se repite de igual forma, no hay manera de dar pedales, y eso que la zona de la salida de Caldas, quitando un pequeño trecho de carretera nacional, es por pista de tierra con buen firme, árboles tanto pequeños como ya grandes, con amplia variedad cromática, pues la primavera todavía no quiere hacer acto de presencia, y el día gris plomizo tampoco ayuda mucho a que el cuerpo se ponga a tono para llegar hasta el final. Caen varios chaparrones que solo sirven para mojar un poco el suelo y como no teníamos prisa por llegar, pues hacerlo demasiado pronto no nos hace adelantar nada, paramos a tomar un café aunque sea sin pasteles, sellamos y continuamos hasta que empezamos a tocar asfalto y desde lo alto se puede ver la ciudad de Santiago entre la neblina, incluso se distingue la Catedral y en pos de ella vamos. Ultimo tramo de tierra y de bruces con un repecho que nos lleva a la entrada de Santiago, para luego ir girando un poco entre los coches hasta la llegada a la zona peatonal. Entrada por el lateral izquierdo siguiendo el ritual de la cabeza baja hasta situarse en el kilómetro cero para admirar la fachada de la catedral en todo su esplendor, disfrutando de cada detalle. Luego las fotos de rigor gracias a la colaboración de varios peregrinos que tambien terminan en ese momento. Continuamos camino hasta el Hostal Lasalle, donde encerramos las bicis, ducha y cambio de ropa gracias al paquete que nos han hecho llegar el viernes por mensajería. Esos vaqueros y zapatos que tanto se echan de menos despues de varios días de maillots, chandal, maillots...
Luego un pulpo en la pulpería que te encuentras en la Avenida de Lugo cuando entras por el Camino Francés, que está estupendo tanto de precio como de rico, además bien regado con vino turbio, jamón asado y pimientos del piquillo.
Una vez comidos, café y visita a la Catedral, donde no hay nadie tanto para visitar la tumba del Apostol como para abrazar al Santo, incluso nos podemos permitir hacer algunas fotografías, pues no hay nadie a quien molestar, y por supuesto, no usamos el flash. Lo mismo nos ocurre cuando vamos a recoger la Compostela, pues parece que todo el mundo ha llegado por la mañana y no tenemos que esperar nada para recogerla, así que tenemos toda la tarde para adelantar la recogida del vehículo de alquiler, hacer las compras y algo de turismo.

Bueno, aquí acaba nuestro nuevo periplo, espero que no sea el último y que disfruteis de la lectura tanto como nosotros lo hemos disfrutado haciéndolo.