martes, 10 de junio de 2008

CALDAS DE REY- SANTIAGO












DISTANCIA: 44,65 km.
TIEMPO: 3h 47´4´´
AVS: 11,7 km/h.
MAX: 47,5 km/h.

Pues ayer se decidió que saliéramos temprano a dar pedales para llegar con buena hora a Santiago y no hacer esperar más de lo necesario a nuestra anfitriona en terras galegas, pero del dicho al hecho..., cuesta horrores levantar a quien utilizó el colchón del sofá cama, aún requiriéndole para que le soltara y ponerle en su sitio cuanto antes.
Dejamos las cosas prestadas en su sitio, colocamos las alforjas en las bicis, todo esto despues del escaso desayuno, ¡como se echan de menos los desayunos en Portugal!, e iniciamos nuestra ruta de nuevo partiendo del puente romano en dirección a Padrón, donde entramos por el Mercado de Abastos. Me contaron una vez una historia de una pareja que fue a dicho pueblo y pidió un kilo de pimientos de Padrón, a lo que le contestó la tendera que le tenía que perdonar, pero el camiòn de Múrcia no había llegado todavía...
Foto de rigor a los pies de la estatua de Cela, con un par de esferas a sus pies que no fuimos capaces de que ningún lugareño nos explicara a qué hacían alusión..., justo enfrente Rosalía de Castro y luego la salida del pueblo.
Se empieza a respirar en el ambiente que nuestra aventura llega a su fin, cuando el cuerpo tiene ganas de llegar a su destino, pero el corazón siente que se acaba lo bueno para volver a nuestra rutina diaria. Son sensaciones contrapuestas, que en mi caso, creí superadas, pero vuelven con la misma intensidad que en la primera ocasión que las sentí en mi Via de la Plata, para el resto del grupo, en su primera vez, es más difícil exteriorizar en que consisten esas sensaciones.
Desde que salimos de Padrón, el Camino transita sobre todo de aldea en aldea, con pequeños tramos por la nacional pero siempre picando hacia arriba. Es una zona perfectamente ciclable y muy bonita en cuanto se van sucediendo iglesias y zonas rurales con pequeñas poblaciones. A unos 5 kilómetros de nuestro destino, parada pues se observa desde lo alto todo Santiago, pudiéndose distinguir perfectamente la catedral. Fotos de rigor y enfilamos hasta la entrada en Santiago por veredas poco transitadas hasta que nos topamos con el tráfico rodado compariendo asfalto hasta la zona peatonal, entrando, al igual que hicimos el año pasado por el lateral izquierdo de la fachada de la Catedral con la cabeza baja hasta el centro de la plaza para disfrutar de todo su esplendor durante unos seguntos.
Un montón de fotos y de alegría por la hazaña conseguida y posteriormente los saludos, dejamos las bicis al cargo de quien no la había traido y visita para recoger la compostela, donde nos espera una cola de más de media hora, lo que nos acerca a la hora de comer, montamos las bicis en el coche y nos desplazamos a un restaurante típico a unos kilómetros de Santiago que gustó mucho por unanimidad. No me pregunten donde está ni como se llama, tan solo tengo sus coordenadas GPS...

Pues fín de nuestra aventura, ya queda menos para la próxima.

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